La especialización de las redes sociales ha venido a replantearnos los esquemas y las campañas. El usuario, porque siempre es él quien define las tendencias, decidió un buen día segmentar su actividad en redes acorde a sus intereses y voilá! hoy debemos especializarnos también si es que queremos conversar a fondo con ellos.

Así es como los mercados enfocados a teens deberían tener ojos y oídos en Ask, o los que buscan decision makers en LinkedIn: El saber dónde se encuentra tu target específico se volvió el truco a domar.

¿Cómo sucedió esto? Bueno, no es una tendencia nueva. Hablamos que desde el 2012, la edad del usuario y sus gustos particulares lo hicieron parte de un microcosmos. De una red social.

Tampoco es que deba de asustarnos; aunque difícilmente yo tendría una cuenta en Tuenti (por mi edad aclaro no más), cuando te dedicas al ecosistema digital debes saber de qué trata, cómo la usan los usuarios y, lo más importante, si puede servirte en alguna campaña en específico.

Ahora bien, pese a esta especialización de las redes sociales, Facebook sigue siendo el rey del clic, de la integración con el usuario. Basta con decir que hoy en día se calcula que en Facebook el 86% de los usuarios interactúa con alguna marca, normalmente a través de promociones o concursos.

¿Cómo sacarle provecho a esto?

1. Antes que nada no bajarse de Facebook. De hecho funciona bien la estrategia que aterriza o parte de una fanpage.

2. No olvidar las redes sociales temáticas, normalmente orientadas a hobbies: Flickr, Minube, Cine25, Gatunes, Todochef.

3. Según análisis, 1 de cada 4 usuarios está pensando en este momento qué nueva red social explorar.

4. La maduración del mundo móvil es directamente proporcional a la popularidad de una red social. Es decir, mientras mejor funcione la app de una red, más rápido se popularizará.

5. Cuidado con abusar del “poder” del timeline. Lo que en realidad quiere el usuario es comunicarse.