En el desarrollo de una marca para un nuevo negocio, a menudo las primeras dos cosas que se crean, son el nombre de la empresa y su logotipo. El primer objetivo al diseñar un logo para tu negocio, suele ser que la gente sepa qué es lo que haces, pero puedes ir un paso más allá y lograr transmitir sentimientos que hagan que aumenten tus ventas.

A diferencia del nombre de la empresa, el logotipo es una oportunidad para crear una personalidad para tu empresa. ¿Tu logo es audaz y emocionante? ¿Transmite confianza? ¿Resulta divertido y familiar? Todas estas cualidades se pueden transmitir rápidamente con un buen diseño.

Ahora piensa en tu logotipo actual, o en el que te gustaría crear para tu empresa. ¿Qué dice acerca de tu negocio? ¿Cuál es el mensaje que te gustaría transmitir?

¿Cuál es el significado de sus colores?

Los logos más eficaces hacen uso de unos pocos colores, así que tienes que intentar que estos tengan un sentido. Utiliza el rojo para transmitir sentimientos de pasión, peligro y emoción. El púrpura es el color de la realeza y de la sabiduría. Y si deseas que los clientes sientan que eres leal, digno de confianza, y tolerante, el azul podría ser un buen color. El gris, el negro y el azul marino pueden ayudarte a establecer una sensación de profesionalidad y fiabilidad.

¿La fuente del texto concuerda con tu estilo de negocio?

Tu mensaje corporativo puede transmitir feminidad y delicadeza, pero es la fuente la que le va a dar el toque de estilo final. Las fuentes sans serif tienen un toque más masculino y fuerte, las fuentes más gruesas pueden tener un gran impacto, mientras que las fuentes más delgadas pueden transmitir elegancia.

fuente

¿Los gráficos son claros y relevantes?

El logo tiene que identificarte. Una pata de perro puede ser un gran logo para una empresa de peluquería canina, pero sería un poco confuso para una empresa de fontanería. Para muchas empresas, este tipo de conexión tiene sentido, pero para otras, como el caso de un bufete de abogados, o una empresa de servicios fiancieros, es posible que le identifique más una fotografía, o algún diseño simple y más simbólico.

¿El estilo gráfico se ajusta a tu negocio?

Las líneas fluídas pueden crear el ambiente adecuado para un relajante spa, mientras que los ángulos afilados podrían dar autoridad a un consultor financiero. Una sensación caricaturesca puede ayudar a hacer que un negocio sea familiar y divertido, y un gráfico de un solo color puede ayudar a transmitir confianza y seriedad.

¿Tu logotipo fue diseñado por un profesional?

Si no lo fue, probablemente transmitirá la sensación de que tu negocio es llevado por unos simples aficionados. Y no te equivoques, el hecho de que el clip art fuera diseñado por técnicos profesionales, no significa que sea apropiado para un logotipo.

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¿Tu logo es siempre igual?

Debes seguir unas pautas específicas para el tamaño, la fuente, la colocación y los colores. Si tu logo está en constante cambio, vas a confundir a los clientes potenciales, y también puede hacer que tu negocio parezca poco fiable y endeble, por no hablar de poco profesional.

¿Es bonito y está de moda?

Si bien esto suele ser lo más importante, puede convertirse en un punto negativo si no se aplica correctamente. Si la tendencia de diseño que utilizaste para tu logo se termina, estarás atrapado, y te sentirás obsoleto. Tener que cambiar el diseño de tu logo puede provocar confusión en tus clientes y conllevar a una bajada de las ventas.

Si crees que tu logotipo no está enviando el mensaje que deseas, puede ser el momento de volver a la mesa de dibujo y revisar las diferentes opciones. Cuando lo hagas, tómate el tiempo suficiente para asegurarte de que lo que transmite tu imagen, concuerda con el estilo de tu negocio. Es importante tomarse tiempo para decidir, los cambios que realices posteriormente en tu logo, podrán afectar a tus ingresos, ya que los clientes podrían percibir una falta de profesionalidad y confianza.